El acero vitrificado combina las propiedades de resistencia mecánica y estabilidad dimensional propias del acero, con la inmejorable estabilidad y resistencia del esmalte vítreo frente a las más adversas condiciones ambientales.
Entre otros:
Protección anticorrosiva, sin desgaste en el tiempo.
Alta resistencia química
Estabilidad de colores frente a la luz
Totalmente ignífugo (No se quema.)
Superficie limpia
Impide el desarrollo de moho o bacterias.
Resistencia
Las piezas de acero vitrificadas soportan altas (450°C) y bajas temperaturas (-50°C).
Soporta los cambios bruscos de temperatura, choque térmico.
Soporta la corrosión del ambiente, los solventes orgánicos, las ralladuras.